El regalo de Kirchner incluye una orden: que se juegue un 70% más

Us$ 6.283 millones, el valor de un decreto<
Ganancia. Cada maquinita deja 300 dólares por día.

Por Ceferino Reato

Uno de los últimos decretos de Néstor Kirchner como presidente benefició en forma directa a su amigo, el empresario patagónico del juego Cristóbal López. Lo hizo de una doble manera: le aumentó en 15 años la concesión del hipódromo de Palermo, en la Capital, y le “exigió” que pusiera más tragamonedas para satisfacer la demanda. Ahora, habrá 5.100 maquinitas. Cada una genera una ganancia de 300 dólares por día, una cifra que “está al nivel de Las Vegas”, según los especialistas. Gracias a Kirchner, López ganará 6.283 millones de dólares, 4.804 millones de dólares más de los que preveía.

Néstor Kirchner es un hombre generoso: con uno de sus últimos decretos como presidente permitió que su amigo, el empresario patagónico Cristóbal López, aumentara en más de 4.804 millones de dólares sus ganancias en el próspero negocio de las máquinas tragamonedas instaladas en el hipódromo de Palermo, en la Ciudad de Buenos Aires. Luego del decreto, López pasó a ganar 6.283 millones de dólares; antes, el beneficio era de 1.479 millones de dólares.

PERFIL ya había anticipado, el 12 de enero, que el 5 de diciembre de 2007 Kirchner firmó el Decreto N° 1.851 por el cual extendió en 15 años la concesión del Hipódromo Argentino de Palermo a la empresa de López, a pesar de que recién vencía en 2017. También lo benefició con un aumento de hasta el 70 por ciento en la cantidad de tragamonedas: de las 3 mil actuales a 5.100. Pero, hasta ahora, no se sabía de cuánto dinero se estaba hablando; se presumía que eran cifras importantes, pero no se conocía cuál era el valor exacto de tan previsor decreto. PERFIL analizó la resolución y sus anexos así como otros documentos referidos a este tema, reconstruyó la controvertida historia de la concesión del Hipódromo Argentino de Palermo y entrevistó a funcionarios de Lotería Nacional y del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires para ponerle un número preciso a la bondad del ex presidente.

Se trata de un negocio redondo, y fácil de administrar y de controlar, incluso a la distancia.

Según las cifras de enero de Lotería Nacional, cada una de las maquinitas del hipódromo generan una ganancia promedio de 300 dólares por día, es decir casi 110 mil dólares por año. Eso es el “net win”, el neto líquido que queda luego de pagar los premios a los apostadores. En el caso porteño, equivale al 10 por ciento del total que se factura, ya que el 90 por ciento se destina a los premios. Es una cifra “técnica”, un piso universal, aunque los casinos más importantes de Las Vegas llegan a devolver hasta el 98 por ciento.

Ese 10 por ciento se divide entre varios según el criterio establecido por otro decreto de Kirchner, el número 1.155 del 1 de diciembre de 2003, que firmó junto a su hermana, la ministra de Desarrollo Social, Alicia Kirchner.

La parte del león va para el concesionario, para López y sus socios, y es el 25 por ciento. Ellos también administran el 45 por ciento que se destina a “solventar los gastos de instalación, operación, mantenimiento y actualización”. Según los especialistas consultados, que prefirieron mantener sus nombres en reserva, se trata de una “cifra inflada”.

“Es ridículo; los gastos de explotación no pueden ser superiores al 25 por ciento”, precisó uno de los informantes. Es probable que, luego de pagar los impuestos, la luz, el alquiler de las maquinitas y el sueldo del personal, López y sus socios se queden, según estas fuentes, con otro 20 por ciento. Eso no estaría, en absoluto, penado por el decreto de Kirchner.

Siempre de acuerdo con estas fuentes, López y asociados podrían llegar a quedarse, en realidadad, con el 45 por ciento del total (el 25 por ciento original más el 20 por ciento “ahorrado”).

El 30 por ciento se reparte en partes iguales entre el Ministerio de Desarrollo Social, Lotería Nacinal y el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.

El último decreto de Kirchner, el del 5 de diciembre de 2007, benefició a López por partida doble: le extendió la concesión y le “exigió” que aumentara el número de maquinitas para complacer la demanda insatisfecha de los jugadores, según las curiosas argumentaciones de Lotería Nacional.

Gracias a ese doble movimiento, el amigo patagónico del ahora ex presidente aumentó drásticamente sus ganancias. Si antes del decreto podía prever un beneficio de 1.478.250.000 dólares hasta el fin de la concesión –el año 2017–, ahora esa cifra saltó a 6.282.562.500 dólares (hasta 2032). La diferencia es el “valor” del decreto K: 4.804.312.500 dólares. Esto, obviamente, no tiene en cuenta todo lo que lleva ganado hasta ahora.

Uno de los socios de López es Federico de Achával, el titular de la empresa Hipódromo Argentino de Palermo SA (HAPSA), que en 1992, con Carlos Menem en la Casa Rosada, ganó un concurso público internacional para hacerse cargo de la concesión. En aquellos años, no había tragamonedas sino sólo carreras de caballos.

El tiempo pasó y Achával tuvo la gran suerte de que en 2002, con Eduardo Duhalde en el gobierno, Lotería Nacional ampliara drásticamente el objeto de la concesión y lo autorizara a instalar tragamonedas con el argumento de que la actividad hípica estaba en baja.

Varios opositores, como Elisa Carrió y Ricardo Gil Lavedra, aseguran que esta decisión invalida el objeto de la concesión original y debería derivar en un nuevo llamado a licitación, algo, que, según ellos, debería interesar al jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri.

En aquel momento, con la autorización de Lotería, aparecieron las primeras 70 maquinitas junto a los caballos en Palermo.

Luego, Kirchner asumió la Presidencia, y con él llegó López al negocio del juego, no sólo en Palermo. No se sabe bien cómo ni por qué Achával incorporó como socio al empresario patagónico, que ahora también explota el casino flotante y otros 15 emprendimiento del ramo con su empresa, Casino Club. Lo que sí se sabe es que el número de maquinitas no hizo más que crecer.

No puede asegurarse que todo esto derive en corrupción. Pero hay autores, como Luis Moreno Ocampo, que señalan que la clave es desmontar “los modelos de organización que producen corrupción”. Y hasta han encontrado lo que ellos llaman la fórmula que conduce a esos pecados: Corrupción es igual a Monopolio más Discrecionalidad menos Transparencia (C=M+D-T). Una fórmula que bien podría aplicarse al caso de las tragamonedas.


Muchas más maquinitas que en Las Vegas

Gracias al decreto de Néstor Kirchner, el hipódromo tendrá el triple de maquinitas que el principal hotel de Las Vegas.

“Allá, en Las Vegas un hotel grande tiene 1.500 maquinitas; acá, el hipódromo tendrá 5.100”, dijo uno de los informantes. Según esta fuente, las tragamonedas han superado como negocio al casino flotante. “Una ganancia líquida de trescientos dólares por día por maquinita es un muy buen negocio, al nivel de Las Vegas. Al casino sólo van los turistas”, agregó. Las maquinitas provienen de Las Vegas y son alquiladas a precios muy accesibles.

“No es un gran costo y el precio depende de los contactos que se tenga. Yo diría que, en su mayoría, es material que en Las Vegas ya ha sido descartado”, afirmó otra fuente.

Los informantes dijeron que uno de los secretos del negocio consiste en el permanente rediseño de las maquinitas, de manera de generar y mantener la adicción de los apostadores.

Otro de los secretos es el ambiente. “Tiene que ser atractivo, colorido; no debe haber reloj; la seguridad y la intimidad deben estar garantizadas.”

Un elemento muy importante es el porcentaje del dinero de la facturación que se devuelve como premios. En Palermo es del 90 por ciento; en Las Vegas puede llegar al 98 por ciento.

DIARIO PERFIL 03/02/2008