Jugadores que piden ser echados

En todos los salones de las tragamonedas del hipódromo de Palermo resaltan unos llamativos carteles luminosos con la leyenda "Juego Responsable".

¿De qué se trata? Invitan a buscar asesoramiento en los stands de atención al cliente. Allí, una empleada explica que la casa ofrece a los clientes interesados un folleto realizado por profesionales expertos en el que figuran algunos tips para descubrir si uno es jugador compulsivo y, en caso de serlo, datos sobre dónde pedir ayuda.

"También tenemos un programa de autoexclusión voluntaria", indica la empleada, y explica en qué consiste esa forma de asistir a los jugadores compulsivos. Para ser parte del programa, el apostador debe completar con sus datos, firmar una planilla y dejarse sacar unas cuantas fotografías. Las imágenes quedan en poder de los hombres de seguridad del hipódromo, que tienen una autorización firmada por la persona de sacarla del predio si la ven dentro.

"No es algo que pueda hacer la familia del jugador, aunque muchos vienen a menudo a consultarnos. Es algo personal y voluntario", dice la empleada de atención al cliente.

"Cada vez más personas adhieren a este sistema", confiesa.


Crecimiento alentado por el poder

Hace dos años se inauguraron 10.000 metros cuadrados nuevos y, dentro de poco, los salones seguirán multiplicándose, ya que Néstor Kirchner, en uno de sus últimos actos de gobierno, firmó un decreto que "impone" a la empresa que opera los slots instalar 1500 máquinas más.

Se argumentó que la demanda superaba la oferta. Algo así como que los jugadores deben hacer cola frente a las máquinas para poder jugar.

Para darse una idea de lo que esto implica, en agosto último, se inauguró en Macao, China, el casino más grande del mundo, que tiene 4100 tragamonedas. Cuando se dé cumplimiento a este decreto, en el Hipódromo de Palermo habrá 4500 máquinas.

El empresario a cargo de la explotación de los slots es Cristóbal López, el mismo que maneja la mitad de los barcos casino ubicados en Puerto Madero y también repletos de máquinas tragamonedas. López es un empresario santacruceño, amigo personal del matrimonio Kirchner.


LA NACION 22/06/2008